A esta edad, tu bebé ya se mueve como un niño. Corre casi sin caerse, salta, baja y sube escaleras, le pega a la pelota, y hasta es capaz de mantener el equilibrio sobre un solo pie durante algunos segundos. Se mueve mucho y ya casi no busca estar todo el tiempo “a upa”.
Su necesidad de explorar el mundo que lo rodea es grande y aún no tiene noción del sentido de peligro, razón por la que todavía requiere la atención constante de un adulto.
Nuestros consejos en esta etapa son:
- Dale un espacio seguro para jugar. A esta edad es importante que pueda jugar libremente y que pase tiempo al aire libre para descargar sus energías. También es necesario que adaptes tu casa antes que estar todo el tiempo diciéndole que no o limitando sus juegos. Alejá de su alcance objetos que puedan romperse y lastimarlo.
- Acompañalo. Si es temerario, no lo inhibas, motivalo a animarse a jugar y acompañalo dándole la seguridad que estás cerca si te necesita.
- No lo fuerces a relacionarse. Algunos bebés son tímidos y obligarlos a relacionarse con otros niños o adultos puede ser contraproducente. En situaciones sociales, por ejemplo si no quiere saludar, no tiene que hacerlo, tampoco jugar con alguien que no quiere. Permitile observar cada entorno estando a tu lado hasta que se sienta seguro para acercarse y participar de los juegos.
La información provista en este artículo es de carácter general. Ante cualquier duda es importante que consultes a tu pediatra de cabecera, quien podrá darte las recomendaciones particulares para tu hijo.