Es comprensible que al momento de elegir el zapato correcto para tu pequeño tengas algunas dudas, ya que al ir a una tienda puedes encontrarte con cientos de modelos y distintos colores, por eso es muy importante saber qué considerar al momento de elegir el zapato ideal para cada etapa que viva tu bebé ya que el calzado influirá en el desarrollo del pie del niño.
Para elegir los primeros zapatos de tu bebé hasta los siete u ocho meses, lo más importante es la comodidad ya que aquí sólo cumplirán la función de abrigar o complementar una tenida que hayas elegido para él, por lo que deben ser delicados y cómodos, sin costuras. En general están hechos de tela, lona o tejido como el crochet. De todas formas, lo ideal de esta etapa es que tu bebé esté descalzo y que use calcetines o zapatitos para protegerlo del frío o para salir a pasear.
Cuando tu bebé comienza a gatear necesitará un zapato que lo proteja de roces y golpes ya que comenzará a explorar por distintas superficies. Continuarán siendo cómodos y blandos pero deberán incluir refuerzos en la punta y el talón para que no se haga daño en sus dedos o borde del pie, producto de sus nuevas aventuras. Ya cuando el bebé comience a pararse afirmándose de muebles y empiece a dar sus primeros pasos puedes buscar una planta con más forma y con base antideslizante para que tenga un mejor agarre, debes considerar que posea bordes reforzados para que entregue mayor protección. Este zapato debe dar equilibrio, siendo la mezcla perfecta entre flexibilidad y seguridad.
Cuando el niño ya camina, se recomienda un zapato con buena aireación y antideslizantes que no sean pesados para que siga moviéndose con libertad. Continuarán siendo reforzados para protegerlo de los golpes y la suela puede ser de cuero o de goma, permitiéndole así flexionar el pie. Es recomendable además, que posea una horma ancha para que no le oprima su pie que está en constante crecimiento.
Como recomendación, debes probar los zapatos con calcetines puestos, idealmente en la tarde cuando el pie de tu pequeño está más gordito producto del día. Debe quedar una distancia mínima entre 1 a 1,5 cm. entre su dedo más largo y el zapato, puedes presionar suavemente la punta del zapato para asegurar que no le apriete. Además, recomendamos evitar los cordones pues podría tropezarse o caer, prefiere por el momento el velcro o hebillas que se abran lo suficiente como para poder meter el pie con comodidad.
Como siempre, te recordamos la supervisión de tu bebé en esta etapa en que adquieren mayor libertad y su curiosidad es ilimitada, asegurando los espacios para que pueda explorar y practicar con seguridad su nuevo logro.
La información provista en este artículo es de carácter general. Ante cualquier duda es importante que consultes a tu pediatra de cabecera, quien podrá darte las recomendaciones particulares para tu hijo.