Si bien no hay una edad fija en la que mágicamente todos los niños de pronto pueden ir al baño solitos, lo habitual es que la mayoría de los pequeños ya hayan desarrollado las habilidades cognitivas y físicas necesarias entre los 18 y los 24 meses de edad.
No es necesario que esperes a que tu niño cumpla con todos los puntos de la lista, recuerda que sirven como una guía para reconocer si ya posee el grado de independencia requerido y puede entender el significado de utilizar el baño como los adultos.
Aquí algunas cosas en las que puedes fijarte:
- Camina y corre con soltura
- Orina bastante cantidad y de una sola vez
- Hace caquita con regularidad y sus heces son blandas pero bien formadas.
- No moja los pañales durante períodos largos de por lo menos tres o cuatro horas.
- Puede sentarse y mantener esa posición por más de dos minutos.
Pon atención para que sepas cuándo tu niño está haciendo caquita y, así, puedes identificar un horario o bien, un patrón. Este dato te facilitará la tarea de convencerlo para que vaya al baño cada vez que se acerque la hora.
Cuando recién comienza a adaptarse para ir al baño, puedes sentarlo alrededor de doce veces al día, pero luego irás disminuyendo a medida que se acostumbre.
Otro punto fundamental es que tu pequeño debe poder apoyar los pies con firmeza porque necesita estar y sentirse estable. En el caso de que esté usando una bacinica asegúrate de que la altura permita a tu hijo poner adecuadamente sus pies en el suelo. En cambio si está utilizando un wc normal, puedes hacerle una especie de banquito que le permita apoyar los pies con confianza cada vez que vaya al baño.
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La información provista en este artículo es de carácter general. Ante cualquier duda es importante que consultes a tu pediatra de cabecera, quien podrá darte las recomendaciones particulares para tu hijo.