El sueño de los bebés es un desafío común para los padres, sobre todo, en los primeros meses de vida. Si bien las noches interrumpidas y las dificultades para que los pequeños duerman afectan a todos los padres, pueden volverse un verdadero dolor de cabeza para los primerizos. Y es que puede ocasionar mucha frustración ver como tu bebé no se duerme pese a muchos intentos fallidos. De hecho, puede generar malestar, dolor de cabeza, mal humor y hasta puede llegar a provocar discusiones en la familia.
De ahí que muchas madres y padres quieran sortear esta dificultad lo más rápido posible. Aunque el tema requiera de mucha paciencia y práctica, existen algunas prácticas que pueden ayudarte a guiar la situación. En este artículo, hemos recogido los aspectos más importantes sobre cómo hacer dormir a un bebé.
¿Por qué mi bebé no duerme?
Hay bebés que duermen máximo tres o cuatro horas seguidas, otros a los que les es imposible conciliar el sueño y hay algunos que descansan casi toda la noche de forma ininterrumpida. Si sos de los que se pasa la noche en vela rodeado de llantos, es probable que te preguntes por qué tu bebé no duerme.
Es importante entender que el sueño del bebé puede estar influenciado por diversas razones: desde la incomodidad de estar solo en su cuna, hasta el miedo o la presencia de cólicos de lactante. Al principio puede resultar complicado identificar la causa, sin embargo, gracias a la repetición, mucha paciencia y atención, la situación puede mejorar. Además los consejos que te brindaremos a continuación, pueden ser una gran ayuda para cambiar las dinámicas nocturnas.
Cómo hacer dormir a un bebé: 8 consejos prácticos
Si bien cada bebé es único y la experiencia de hacer que un bebé duerma puede variar de una familia a otra, hay pautas que pueden ayudar a mejorar el descanso de tu pequeño. Aquí te ofrecemos 8 consejos prácticos sobre cómo hacer dormir a un bebé y facilitar su descanso.
Creá una rutina
Lo primero que hay que saber es que una parte crucial de la solución del problema de cómo hacer dormir a un bebé radica en la aplicación de una rutina. Y es que los profesionales aseguran que no hay bebés que duerman más o menos que otros, sino que hay algunos que desarrollan mejores hábitos de sueño. Por lo tanto, para poder hacer dormir a un bebé, hay que tener claro cuáles son las dinámicas que favorecen y cuáles desfavorecen el descanso nocturno.
En este sentido, establecer señales y rutinas ayudará a tu bebé a reconocer cuándo es hora de dormir. Aquí te dejamos algunas ideas que podés incorporar a su rutina:
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Disminuir las luces y reducir el ruido. Se recomienda que 30 minutos antes de la hora de dormir se adecue la iluminación y los estímulos sonoros para crear un ambiente de relajación. De esta forma, el cerebro del bebé asociará la luz tenue y el silencio con el descanso.
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Exponerlo a la luz natural. Durante el día, exponer a tu bebé a la luz natural contribuirá a regular su reloj interno, lo que favorece el ciclo de sueño.
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Añadir actividades relajantes. Parte de esta rutina también puede ser un baño caliente, una canción de cuna o cuentos en voz baja. Estas actividades calman a tu bebé y lo preparan para dormir.
Si bien es importante que encuentren la rutina que mejor funciona para ustedes, hay que recordar que para que sea efectiva, la clave está en la constancia.
Fomentá el autocontrol de tu bebé
Uno de los desafíos más importantes que tienen todos los padres es lograr que sus hijos puedan autoregularse. Y es que si pueden lidiar con los miedos o malestares antes de lanzar un llanto, gran parte de la tarea está cumplida.
Para fomentar esta habilidad acostumbrá a tu bebé a irse a la cama despierto pero relajado, en lugar de dormido. Esto le permitirá reconocer su entorno si se despierta durante la noche, ayudándolo a calmarse solo.
Otro aspecto a tener en cuenta es el error común de creer que podemos lograr que nuestros hijos se duerman cuando nosotros queremos. Por ejemplo, si bien es cierto que en el caso de los recién nacidos funciona muy bien acunarlos y balancearlos con suavidad para dormirlos, los bebés crecen rápido y pronto dejan de necesitar estas ayudas.
De ahí que resulte clave poder adaptar estas prácticas para generar escenarios más cómodos que inviten a tu bebé a autrocontrolarse y de esta manera, que pueda conciliar el sueño de manera armoniosa.
Evitá alimentar a tu bebé para que se duerma
Es frecuente que los bebés se queden dormidos mientras se los amamanta o se les da mamadera. Sin embargo, con la reiteración, es probable que vincule la alimentación con el sueño.
Una posible solución a este problema es cambiar de manera gradual los hábitos de alimentación. La idea es tratar de darle de comer un poco antes de la hora de dormir. De esta manera, tu bebé aprenderá a no depender de la comida para conciliar el sueño.
A la cama temprano
En esta búsqueda por identificar cómo hacer dormir a un bebé, hay que comprender que las soluciones no se reducen a ese preciso momento en el que nos acercamos a la cuna. De hecho, la anticipación es un factor clave.
Después de los dos meses de vida, tu bebé tendrá un aumento de melatonina, la hormona que regula el sueño. Si aprovechamos las señales que nos indican que esta hormona está en funcionamiento, le ayudaremos a conciliar el sueño. Y es que aunque tu pequeño no hable, hay que detectar los signos que indican que está menos activo o más aburrido.
En cambio, si lo dejamos despierto hasta más tarde, corremos el riesgo de que se sobreestimule, lo que hará más difícil que pueda relajarse y dormirse.
Las siestas, un factor clave
Hay una ecuación clara: un niño bien descansado es un niño que dormirá mucho mejor que uno cansado. Si bien existe el mito de que al saltarse una siesta el bebé va a dormir mucho mejor durante la noche, lo cierto es que cuando está cansado, las hormonas de estrés se elevan. Esto provoca que esté en un estado de alteración que facilita que se despierte con mayor frecuencia. Es por eso que las siestas de forma periódica son esenciales para alcanzar el objetivo de que duerma más horas.
Además, los especialistas aseguran que hasta los cuatro o cinco meses, los niños no son capaces de mantenerse despiertos por períodos prolongados. Por este motivo, los padres deben prestar atención al tiempo que pasa entre los sueños de sus hijos, para generar mejores condiciones que contribuyan a que los bebés duerman períodos más largos durante la noche.
Establecé pautas claras para dormir la siesta
Aunque puede ser tentador dejar a tu bebé dormir en brazos, tratá de que las siestas se realicen en la cuna siempre que sea posible. Esto le ayudará a tener un descanso más reparador, tanto física como mentalmente, y a familiarizarse con su entorno de sueño.
A medida que tu niño crezca, deberás encontrar los momentos indicados para las siestas. Controlar esta rutina te servirá de ejercicio para preparar a tu bebé para ir a la cama por la noche.
Elegí un buen pañal
La elección del pañal adecuado puede marcar la diferencia a la hora de hacer dormir a tu bebé. Es importante que el pañal ofrezca una absorción prolongada y un buen ajuste para mantener a tu pequeño seco y cómodo. De esta forma, no solo proporcionarás a tu bebé de las mejores condiciones para dormir, sino que además evitarás el riesgo de irritación en la piel, lo que también contribuirá a mejorar su descanso en general.
Confiá en que tu bebé puede resolverlo
La primera reacción ante el llanto de tu bebé es correr para consolarlo. Este es un error más que común, sobre todo en padres primerizos, que es bueno evitar a medida que se gana experiencia.
Si tenés la certeza de que no llora por hambre u otro problema, esperá un minuto para observar si deja de llorar por sí mismo. De hecho, los especialistas recomiendan en primera instancia confiar en que tu bebé puede resolverlo. En el momento que sientas que necesitás intervenir, empezá con una intervención mínima, como una palmadita o palabras suaves, evitando hacerle upa a tu bebé con el primer llanto.
De esta manera se generan mejores condiciones para que tu pequeño aprenda a autocalmarse, lo que a largo plazo ayudará a que duerma mejor por sí solo. Tené en cuenta que este proceso no se concretará de la noche a la mañana. Sin embargo, nuestra actitud será fundamental para lograr que nuestro pequeño desarrolle esta habilidad de manera natural.
Alejate del autocastigo
Por último, un consejo más que útil para los padres y las madres es recordar que por esta situación hemos pasado todos. Y es que es fácil caer en la trampa de pensar que el bebé tiene algo malo o que estás haciendo algo mal si no duerme bien.
Por este motivo, evitá culparte y no sigas consejos poco convencionales que puedan no estar basados en la experiencia o el conocimiento. Lo mejor es intentar mantener la calma y celebrar los pequeños avances y cuando menos lo imagines, vas a dominar a la perfección la técnica y los secretos para dormir a tu bebé.
El camino hacia noches más tranquilas
Ahora que hemos visto algunos aspectos clave sobre cómo hacer dormir a un bebé, recordá que cada niño es único y que podés adaptar estos consejos a las necesidades de tu bebé para poco a poco, establecer hábitos saludables de sueño.
Además considerá la opción del colecho, ya que esta práctica no solo puede calmar y relajar al bebé, sino que también ayuda a sincronizar su sueño con el tuyo. Pero, sobre todo, intentá no desesperarte, ya que con el tiempo y la repetición, tu bebé aprenderá a dormir mejor y toda la familia podrá disfrutar de noches más tranquilas y reparadoras.
FAQs:
¿Cómo calmar a un bebé que no puede dormir?
Para calmar a un bebé que no puede dormir, comenzá por crear un ambiente tranquilo: bajá las luces y reducí el ruido. Probá incorporar métodos relajantes en su rutina, como cantar una canción de cuna o darle un baño tibio antes de dormir para relajarlo.
¿Cuál es la mejor hora para acostar a un bebé?
Lo ideal es acostar al bebé temprano, cuando su cuerpo empieza a producir melatonina. Es probable que muestre señales de cansancio, como frotarse los ojos o estar menos activo.
¿Cómo puedo ayudar a mi bebé a autoregularse?
Acostarlo despierto pero relajado le permitirá aprender a calmarse solo si se despierta en la noche, lo que mejorará su descanso. Además, crear una rutina relajante antes de dormir puede ayudarlo en este proceso, ya que asocia actividades como un baño tibio, una canción de cuna o una luz tenue con el momento de dormir, lo que facilita que se sienta seguro y tranquilo.
Fuentes relevantes de información: